EL PROCESO
Franz Kafka
Novela
Alianza. Barcelona, 2005. 280 págs.
Franz Kafka
Novela
Alianza. Barcelona, 2005. 280 págs.
Una de las «mejores pesadillas» que podemos encontrar en la historia de la literatura universal, El proceso, trata sobre el prendimiento y juicio de un hombre que desconoce por qué se le acusa. Para el lector, también es un enigma y lo será durante toda la obra. ¿Estamos frente a una trama policiaca? En absoluto. La cuestión es más profunda, hablamos de la reflexión sobre el intento humano de encontrar justicia, una defensa, una especie de salvación sobre la propia vida que termina como lucha inútil, absurda y obsoleta. Nuestro destino final, como el de K, es la muerte, pero parece que al vivir, tampoco hallamos redención.
Un día cualquiera K espera el desayuno en su habitación; de pronto, aparecen dos hombres que dicen traer órdenes para arrestarlo. «¿Qué cargos se me imputan?», pregunta K. Los oficiales responden que lo sabrá en su momento. Posteriormente, el personaje se enfrentará con distintos burócratas, cada vez de más alto nivel, y cuando más esperanza se vislumbra, más cruel es la caída. ¿Será que no hay regreso posible?
El proceso, una de las novelas más emblemáticas de Kafka, demarca los límites y absurdos de la ley. Otro de sus textos Ante la ley procede de la misma idea: los medios legales, tal y como los conocemos y vivimos, impiden la justicia y obstaculizan el conocimiento. El individuo se encuentra en total indefensión. Sólo el que conoce con precisión la ley se percata de sus inconsistencias. Sin embargo, la indefensión no conduce a una posición de víctima, es más bien la impotencia del ser humano frente a sistemas esclavizantes.
Algunos estudiosos encuentran orientaciones políticas anarquistas en la obra. Para mí, es un retrato existencial, la limitante interior que sale a flote en la búsqueda por el sentido de la propia existencia. Después, intentaremos encontrar, en medio del caos, un resquicio de libertad, lo más humano. En la novela, queda esbozada una vía de acceso para ampararnos: el conocimiento que se da en la experiencia de la vida como aceptación de la muerte.
La obra inconclusa conquista a la humanidad que ya no puede explicarse sin este paradigmático escritor.
Un día cualquiera K espera el desayuno en su habitación; de pronto, aparecen dos hombres que dicen traer órdenes para arrestarlo. «¿Qué cargos se me imputan?», pregunta K. Los oficiales responden que lo sabrá en su momento. Posteriormente, el personaje se enfrentará con distintos burócratas, cada vez de más alto nivel, y cuando más esperanza se vislumbra, más cruel es la caída. ¿Será que no hay regreso posible?
El proceso, una de las novelas más emblemáticas de Kafka, demarca los límites y absurdos de la ley. Otro de sus textos Ante la ley procede de la misma idea: los medios legales, tal y como los conocemos y vivimos, impiden la justicia y obstaculizan el conocimiento. El individuo se encuentra en total indefensión. Sólo el que conoce con precisión la ley se percata de sus inconsistencias. Sin embargo, la indefensión no conduce a una posición de víctima, es más bien la impotencia del ser humano frente a sistemas esclavizantes.
Algunos estudiosos encuentran orientaciones políticas anarquistas en la obra. Para mí, es un retrato existencial, la limitante interior que sale a flote en la búsqueda por el sentido de la propia existencia. Después, intentaremos encontrar, en medio del caos, un resquicio de libertad, lo más humano. En la novela, queda esbozada una vía de acceso para ampararnos: el conocimiento que se da en la experiencia de la vida como aceptación de la muerte.
La obra inconclusa conquista a la humanidad que ya no puede explicarse sin este paradigmático escritor.
