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¿Conductores en peligro?

Soy gerente de compras en una planta de refacciones para autos. La empresa está pasando por momentos de crisis económica y han recortado presupuesto. Mi jefe me pidió recientemente que a mi vez pida a uno de nuestros proveedores de materia prima que nos envíe materiales de menor calidad. Si lo hago prometió aumentarme el sueldo y darme un «bono», pero entre líneas amenazó con despedirme si no actúo conforme a su petición.
Me preocupa cumplir la orden porque, además de que no cubre los estándares de calidad que ofrecemos, un material de menor calidad podría resultar deficiente e incluso peligroso para los conductores que adquieran nuestros productos.
No puedo darme el lujo de perder el empleo y quisiera poder solucionarlo de otra forma.
Los asesores sugieren
La proverbial y famosa crisis económica, un genérico siempre recurrente, constituye el motivo o el pretexto para reinventar la empresa y sus procesos. Las decisiones por este motivo dependen de la creatividad y de las circunstancias.
Bajar la calidad de la materia prima para ahorrar costos es un recurso válido y será éticamente correcto siempre y cuando no se engañe al consumidor. Como gerente de compras, se tiene la responsabilidad de hacer notar los riesgos que conlleva un producto menos confiable y sólo habrá que oponerse decididamente si se tiene certeza de que ese producto será peligroso para el usuario, pues se estaría cooperando a una mala acción.
Para efectos prácticos, habrá que evaluar si se trata sólo de un producto deficiente o de un producto peligroso y, en este caso, si constituye un peligro cierto, grave y próximo. Habrá que estudiar también si con esa materia prima de menor calidad se puede buscar no bajar la seguridad del producto, lo que requerirá mucha más creatividad. Nos parece que, luego de advertir los riesgos, hay que seguir las indicaciones del jefe.

Pablo Riba Gargollo

Abogado y experto en ética de la empresa

 
Hoy por hoy, usar materiales de menor calidad no conlleva necesariamente una reducción en los costos de producción. Quizá su misión, como jefe de compras, sea investigar y conseguir mejores precios para los productos que la compañía necesita: hay buenas oportunidades en economías emergentes.
Por otro lado, si la presión de sus superiores fuera en esa dirección: -ahorrar dinero a cómo de lugar-, la siguiente indicación que usted recibirá será más deshonesta aún: invitarle a comprar robado, por ejemplo. Si la estrategia sensata -conseguir mejores precios de la misma calidad- no funciona, creo que llegó el momento de abandonar esa nave que se está hundiendo.

Armando Reygadas

Abogado y consultor de empresas

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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