Manera de una psique sin cuerpo
Macedonio Fernández
Narrativa
Tusquets. Barcelona, 2004. 174 págs.
Macedonio Fernández
Narrativa
Tusquets. Barcelona, 2004. 174 págs.
Quizá el título espante. «¿Un panfleto de un desconocido?, ¡puahj!», exclamará más de alguno. Pido un, ¿cómo se dice?, ¿voto de confianza?, ¿beneficio de la duda? Da igual, quien venza el recelo que autor y obra provocan saldrá beneficiado.
Argentino de nacimiento y escritor a regañadientes, Macedonio Fernández parecía una invención de Borges –ya se sabe, fanático de crear pseudónimos– hasta que lo obligaron a dejar un cómodo ostracismo y se puso a escribir.
Para los apasionados de la literatura, esta antología significará un rellano entre las novelas basura. Y aquellos que leen, pero no se emocionan tanto, podrán contemplar a un crítico de una inteligencia desmedida.
Relato, poesía y ensayo en un mismo lugar, donde los géneros mueren a manos de la burla oportuna y la ironía desenfadada. Un texto que enviará al lector más de una vez al diccionario, cierto, pero que también despertará inquietudes y sabrosas carcajadas.
Artífice de un humor abrasivo, amigo de Gómez de la Serna y Bioy, Macedonio representa el poder tras el trono de la literatura rioplatense, un rico venero que nutrió a toda la generación de Borges y a todas las que han nacido bajo su sombra.
Argentino de nacimiento y escritor a regañadientes, Macedonio Fernández parecía una invención de Borges –ya se sabe, fanático de crear pseudónimos– hasta que lo obligaron a dejar un cómodo ostracismo y se puso a escribir.
Para los apasionados de la literatura, esta antología significará un rellano entre las novelas basura. Y aquellos que leen, pero no se emocionan tanto, podrán contemplar a un crítico de una inteligencia desmedida.
Relato, poesía y ensayo en un mismo lugar, donde los géneros mueren a manos de la burla oportuna y la ironía desenfadada. Un texto que enviará al lector más de una vez al diccionario, cierto, pero que también despertará inquietudes y sabrosas carcajadas.
Artífice de un humor abrasivo, amigo de Gómez de la Serna y Bioy, Macedonio representa el poder tras el trono de la literatura rioplatense, un rico venero que nutrió a toda la generación de Borges y a todas las que han nacido bajo su sombra.
