Cartas ecológicas. A una juventud con riesgos
Gloriuca Tomás y Garrido
Ediciones Internacionales Universitarias (Eunsa). Barcelona, 1996. 182 págs.
Gloriuca Tomás y Garrido
Ediciones Internacionales Universitarias (Eunsa). Barcelona, 1996. 182 págs.
Encontrar amigos en los autores de los libros puede ser una idea común, pues si un libro es un amigo, se puede suponer que el autor, dado que escribe para los lectores, lo es también. En este caso, nos encontramos con una amiga especialmente interesada en platicar con los jóvenes, que busca abrir posibilidades y ofrecer sólidas herramientas para encontrar el camino que mejor satisfaga las inquietudes a las que hemos sido llamados, al toparnos con la inevitable necesidad de formarnos como humanos.
Gloria Ma. Tomás y Garrido, doctora en farmacéutica y experta en bioética —oriunda de Yecla, España— dedica, con su particular animosidad, esta obra «a los que buscan, aunque no sepan ni dónde ni cómo».
La juventud es una de las épocas de mayor riesgo para el hombre: madurar implica encontrar el equilibrio entre todos los elementos que conforman la vida, encontrar el valor que entraña. Para cuidar de este tesoro, la autora nos ofrece este libro para leerse despacio. A través de sus cartas, escritas en un amigable estilo coloquial, destaca interrogantes, abre ventanas hacia las distintas artes y actividades en las que se puede encontrar el lado admirable y profundo de la vida; aquel que va ligado a la riqueza de la interioridad personal y que no se reduce a un ámbito geográfico, pues la herencia cultural de veinte siglos de civilización nos atañe a todos.
Gloria Ma. Tomás y Garrido, doctora en farmacéutica y experta en bioética —oriunda de Yecla, España— dedica, con su particular animosidad, esta obra «a los que buscan, aunque no sepan ni dónde ni cómo».
La juventud es una de las épocas de mayor riesgo para el hombre: madurar implica encontrar el equilibrio entre todos los elementos que conforman la vida, encontrar el valor que entraña. Para cuidar de este tesoro, la autora nos ofrece este libro para leerse despacio. A través de sus cartas, escritas en un amigable estilo coloquial, destaca interrogantes, abre ventanas hacia las distintas artes y actividades en las que se puede encontrar el lado admirable y profundo de la vida; aquel que va ligado a la riqueza de la interioridad personal y que no se reduce a un ámbito geográfico, pues la herencia cultural de veinte siglos de civilización nos atañe a todos.
