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Derroche de ingenio. México Mágico

La pregunta que ha adelgazado bolsillos y c rostros en México es, ¿cómo compensar nuestras desventajas frente a negocios que se desarrollan en países con un mayor avance tecnológico y capacidad financiera? La apertura de la economía, la mayor competencia, el reto de la globalización y la industrialización de los países en vías de desarrollo han sido temas que se escuchan los últimos años de manera repetida, imperativa y agobiante.
Los productos y servicios en Estados Unidos cada día parecen más baratos en términos de pesos mexicanos en comparación con las nacionales, y esto incluye el costo de los servicios hoteleros.
Carlos Millet1, empresario yucateco, señala: «La gente cree que debemos industrializamos para pasar al primer mundo, lo cual no es necesariamente cierto. Si México cuenta con 84 millones de personas, en realidad no debemos pensar en una industrialización radical; ésta requiere de elementos de los que carecemos, en desventaja a otros que tenemos más accesibles, ya que competir con una empresa de primer mundo, con toda su investigación y desarrollo, puede resultar difícil».
Millet encabeza a un grupo de promotores que se han propuesto crear un centro de diversiones en Cancún, con las ventajas comparativas y las limitaciones de la zona: «México Mágico».
Pero, ¿cómo conjugar el concepto de Epcot, Las Vegas y Bourbon Street en la península de Yucatán?
A la caza de un nicho en el mercado
En Cancún las perspectivas de desarrollo se abrieron de manera notable. La ciudad fue un centro receptor de inversión turística desde principios de la década de los ochenta y se convirtió en importante punto de destino del turismo internacional, principalmente de Europa y Estados Unidos.
Cancún alcanzó también el calificativo de destino inigualable por la belleza de sus playas «el Caribe mexicano» y la proximidad de atractivos precolombinos también sin comparación, conjugando así el turismo de playa y el arqueológico.
En septiembre de 1988, el huracán Gilberto puso un alto atan vertiginoso crecimiento. Cancún reinició su actividad y con dificultad, pero con paso firme, ha ido captando nuevamente el turismo internacional. Ahora el futuro vuelve a aparecer promisorio.
Cancún recibe 2.200,000 turistas al año, fundamentalmente personas adultas y con alta capacidad económica. Los atractivos de arena y piedras, ocupan el día desde las primeras horas de la mañana hasta las primeras de la tarde.
¿Es posible proporcionar a este turista mayores servicios? El grupo de empresarios empresarios de Yucatán, alentados por Carlos Millet, se propusieron, a partir de 1989, descubrir nuevas oportunidades de mercado. «Lo nuestro fue buscar el qué y el cómo señala Milllet. Algo que permitiera aprovechar los conceptos de centros de diversiones del primer mundo y los medios productivos del tercero y así utilizar la mano de obra intensiva de toda la zona del sureste mexicano».
El reto estaba definido, lograr un centro de diversiones al estilo Disney en Cancún. Volvieron los ojos entonces al antecedente reciente: Eurodisney.

Pautas en francés

Desde el 12 de abril de 1992, Mickey Mouse, Donald, Pluto, Dumbo, Bambi, Mimí y otros personajes más, hablan francés. Ahora los niños europeos y sus papás disfrutan del Reino Mágico en París, siguiendo la autopista que va a Estrasburgo, a 32 kilómetros en la zona de Marne-la-Vallé.
Eurodisney es una réplica de Disney World de Orlando, Florida y Disneylandia de Anaheim, California, compuesto de 5 secciones: Main Street, Frontierland, Adventureland, Fantasyland y Discoveryland. Ofrece 29 de las atracciones ya clásicas y otras completamente nuevas y de inspiración europea a las que se puede acceder por 225 francos para los adultos (aproximadamente 45 dólares) y 150 francos para los niños (unos 30 dólares).
Este parque de diversiones costó al rededor de 22 mil millones de francos (poco más de 4 mil millones de dólares). Cuenta también con seis hoteles que suman un total de 5,200 habitaciones, un enorme terreno para acampar, lago artificial, la mayor concentración de albercas de Europa, campo de golf y un centro de congresos. Todo bajo la sombra de 360 mil árboles y arbustos.
En Eurodisney, el american style impera. La primera norma que debe acatar el personal que labora ahí es mostrar, eternamente, una sonrisa de oreja a oreja. Se prohiben las caras largas o malhumoradas. Las empleadas no pueden portar aretes largos, minifaldas, o faldas largas, pantalones de mezclilla o medias de colores; los tacones deben tener entre 2 y 7 centímetros de alto; las uñas no pueden exceder los 7 milímetros; el maquillaje debe ser neutro y no se pueden llevar más de dos anillos en cada mano ni más de dos collares o cadenas.
Los hombres tienen que olvidar barbas, bigotes y pelo largo porque pueden asustar a los niños; su vestimenta debe ser de tonalidades neutras; los pantalones de corte discreto, las camisas de cuello abierto y los suéteres de cuello de tortuga o redondos, siempre con chamarras que combinen. Eurodisney espera al año 11 millones de visitantes de abril a octubre del año pasado habían recibido 6- 90 por ciento de los cuales serán europeos.
¿En qué imitar y en qué diferenciar lo que hacen los parques de la Organización Disney?

Variaciones y semejanzas

Para trazar una ruta de operación y organización era necesaria una visión global del proyecto. Los puntos que se consideraron cruciales, entre similitudes y diferencias con Disney World, fueron los siguientes:
Primero: Ambos ofrecen diversión múltiple, alimentos y bebidas, y souvenirs. Ellos son un destino internacional por lo que necesitan de presencia internacional para atraer turistas al parque de diversiones como destino final. México Mágico es un parque adherido a un destino internacional; se encuentra donde va la gente por otros motivos turísticos.
Segundo: México Mágico no es un destino familiar, el turismo que llega es, más bien, adulto, principalmente norteamericano y europeo y, por lo tanto, necesita desarrollar un producto específico para él, vespertino y nocturno. El turismo de Cancún busca la playa, pero en la tarde tiene poco qué hacer; generalmente combina su actividad vespertina con el turismo arqueológico de la ruta maya.
Tercero: Contra la alta tecnología, México Mágico, busca competir con alta artesanía y alta utilización de mano de obra especializada y artística, que en otras partes no se puede pagar por el alto nivel de vida (un bailarín en Estados Unidos Europa, por ejemplo, ganaría diez veces más que uno en México). En cambio, en México cuesta muy cara la tecnología y los recursos financieros.

Iniciativa espectacular

México Mágico es una inversión de 40 millones de dólares y forma parte de un conjunto de iniciativas empresariales que busca aprovechar las circunstancias locales y las propias ventajas competitivas.
Se localiza dentro de un desarrollo inmobiliario conocido como Isla Dorada, entre las lagunas de Nichupte y Bojórquez, que cuenta con marina, hoteles y condominios.
México Mágico se compone de seis etapas históricas: precolombina, pueblo del siglo XVI, sección española, caribeña, francesa y de la revolución mexicana. Cada uno de estos módulos posee diferencias arquitectónicas y ambientales.
Todas las secciones cuentan con tiendas de regalos en donde se divide la mercancía por grupos (safari, hindú, south-west, caribeña) y es posible encontrar regalos de todas partes del mundo. Las tiendas coordinan entre sí a través de música, colores, vestimenta de los dependientes, etcétera. El parque de diversiones contará con más de 40 tiendas.
El negocio ha sido diseñado con esmero: 17 shows en vivo al mismo tiempo, con desfiles de entrada y salida, como en los grandes centros de Broadway o Las Vegas. Espectáculos en vivo, con personas que se han preparado en una escuela propia, situada en Mérida. Los bailarines y actores poseen una versatilidad: lo mismo bailan flamenco que participan en un ballet o una danza regional. Se calcula un elenco de 700 personas, entre bailarines y actores que estarán en escena simultáneamente.
«Formamos nuestra compañía en 1989 afirma Millet con coreógrafos, bailarines, directores residentes o invitados, como es el caso de la obra “Fandango”, dirigida por Ricardo Ramírez, director de la Escuela Nacional de Teatro».
El espectáculo se ha desarrollado poco a poco: en uno de los shows representamos la historia de México en un ballet que comprende desde su cosmología hasta “La bamba; es la historia de México para consumo extranjero”.
«Hay quienes preguntan por qué tantos espectáculos y no menos pero mas grandes, Nuestro lema es nunca llegar a la saciedad”; que nunca descubran por completo el producto, que casi nadie pueda verlo todo para crear la magia. Este es un concepto importante que Disney maneja muy bien: siempre hay algo que no se verá, algo nuevo, nace entonces la expectativa de regresar o permanecer más tiempo».
México Mágico se construyó con una premisa: hacer todo a mano. «En nuestro concepto todo, hasta las cortinas de los shows se deben correr a mano. Lo único que realmente usaremos de alta tecnología es la iluminación y el sonido, y contamos, en esto, con lo mejor del mundo».
Todo lo que se pueda sustituir en tecnología es preferible: crea un empleo más y se disminuyen riesgos, pues en Cancún la tecnología es siempre un problema. En Mérida se montó todo para, posteriormente, trasladarse a Cancún. Lo interesante es que se hizo en condiciones financieras muy adversas.
«Si elaboramos estrategias basadas en un tipo diferente de servicios, de diseño, que podamos exportar a todo el mundo turismo, diversión, servicios, para la tercera edadaprovecharemos a nuestra gente y lograremos una economía buena sin necesidad de hiperindustrializamos pues, a la larga, la industria de tecnología madura y competida, sin investigación y desarrollo, siempre va a la zaga. ¿Por qué no utilizar nuestra creatividad?».

* Este artículo al igual que «Mayabela. La historia de un imposible» (istmo no.204) se elaboró con base en la investigación realizada por Sergio Raimond-Kedilhac, Salvador Cerón y Juan Carlos Núñez, del área de Entorno Económico deI IPADE.

1 Cft «Mayabela. La historia de un imposible», istmo no.204, enero-febrero, 1993, p.63.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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